Empezamos
la Cuaresma a través de la imposición de las cenizas, un símbolo que es muy
conocido para todos. La ceniza no es sino un símbolo de muerte que indica que
ya no hay vida ni posibilidad de que la haya. Nosotros la vamos a imponer sobre
nuestras cabezas pero no con un sentido negativo u oscuro de la vida, pues el
cristiano debe ver su vida positivamente. La ceniza se convierte para nosotros
al mismo tiempo en un motivo de esperanza y superación. La Cuaresma es un
camino, y las cenizas sobre nuestras cabezas son el inicio de ese camino. El
momento en el cual cada uno de nosotros empieza a entrar en su corazón y
comienza a caminar hacia la Pascua, el encuentro pleno con Cristo.
Todas las personas , tanto de infantil, primaria como los de la ESO, estuvieron en una especie de ceremonia, donde nos imponen en la cabeza ceniza diciendonos : conviertete y cree en el evangelio
Elena P.
Mirella V.
Leyre M.